El Plan de estudios es de observancia nacional y reconoce que la equidad en la Educación Básica constituye uno de los componentes irrenunciables de la calidad educativa, por lo que toma en cuenta la diversidad que existe en la sociedad y se encuentra en contextos diferenciados. En las escuelas, la diversidad se manifiesta en la variedad lingüística, social, cultural, de capacidades, de ritmos y estilos de aprendizaje de la comunidad educativa. También reconoce que cada estudiante cuenta con aprendizajes para compartir y usar, por lo que busca que se asuman como responsables de sus acciones y actitudes para continuar aprendiendo. En este sentido, el aprendizaje de cada alumno y del grupo se enriquece en y con la interacción social y cultural.
Otra característica del
Plan de estudios es su orientación hacia el desarrollo de actitudes, prácticas
y valores sustentados en los principios de la democracia: el respeto a la
legalidad, la igualdad, la libertad con responsabilidad, la participación, el diálogo
y la búsqueda de acuerdos; la tolerancia, la inclusión y la pluralidad, así
como una ética basada en los principios del Estado laico, que son el marco de
la educación humanista y científica que establece el Artículo Tercero
Constitucional.
Propone que la evaluación
sea una fuente de aprendizaje y permita detectar el rezago escolar de manera
temprana y, en consecuencia, la escuela desarrolle estrategias de atención y
retención que garanticen que los estudiantes sigan aprendiendo y permanezcan en
el sistema educativo durante su trayecto formativo.
El Plan de estudios
requiere partir de una visión que incluya los diversos aspectos que conforman
el desarrollo curricular en su sentido más amplio, y que se expresan en los
principios pedagógicos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario